TGW
Guatevision
DCA
Prensa Libre
Canal Antigua
La Hora
Sonora
Al Día
Emisoras Unidas
AGN

Vacío de coordinación estatal expone a la niñez migrante retornada, según informe
Informe revela vacíos institucionales en atención a menores migrantes guatemaltecos al llegar a sus comunidades.
Enlace generado
Resumen Automático
En el 2024, más de 5 mil niñas, niños y adolescentes (NNA) migrantes fueron retornados a Guatemala desde Estados Unidos. El 2.37% llegó al país sin compañía de algún familiar. Este año, hasta el 18 de septiembre, se reporta el ingreso de 901 menores, pero esta vez el 14.3% viajaba solo, según un reporte del Instituto Guatemalteco de Migración.
Mientras, la situación de unos 600 menores en albergues gubernamentales en Estados Unidos es incierta, pues iban a ser devueltos al país, pero un juez federal bloqueó el pasado jueves 18 de septiembre el plan de deportación de la administración de Donald Trump.
“No son cifras: son sueños frustrados. Son niños que buscan reinsertarse en un país que los expulsó una vez, y que al regresar encuentran brechas institucionales que vulneran sus derechos al no recibir una atención integral en sus comunidades, ya que los programas de recepción de retornados están enfocados en personas adultas”, destaca en los resultados del sondeo periodístico: Inserción socioeconómica de NNA retornados a Guatemala, desarrollado para el Programa de Atención, Movilización e Incidencia por la Niñez y Adolescencia (PAMI), en Guatemala.
“El Estado necesita analizar y reforzar toda esta coordinación interinstitucional, porque encontramos muchos vacíos. Pareciera que es un asunto de todos, pero que a la vez no es de nadie”, dijo el consultor Juan Pablo Guzmán, al referirse a la falta de una instancia que garantice el seguimiento en la atención de los NNA desde su llegada al país hasta su reunificación familiar, y que continúe con acciones a largo plazo.
Como parte del sondeo, se entrevistó a nueve niños y adolescentes migrantes retornados, originarios de Huehuetenango, quienes expresaron que el apoyo de las instituciones de gobierno terminó al salir del centro de recepción. Otros indicaron que, al llegar a sus comunidades, no pudieron reincorporarse al ciclo escolar, pese a los años estudiados en Estados Unidos.
“El país les ha fallado tres veces: se van porque no hay una respuesta institucional, no tienen acceso a servicios ni a educación, no hay condiciones básicas de vivienda y sus padres no tienen empleo. Luego, el país les falló allá (EE. UU.), porque tienen una débil representación consular. La tercera es que regresan y encuentran las mismas condiciones que los expulsaron”, indicó Jorge Luis Medrano, director de PAMI.
Agregó que, al retornar los menores sufren estigmatización entre su propia gente, porque para la población “la migración debe ser exitosa”, y regresar es percibido como un fracaso.
“Primero regresamos en avión y tuvimos que firmar muchas hojas para salir. Luego mi abuela y toda mi familia fueron a traernos allá en Guatemala, nadie más ayudó”.
NNA de 14 años
Esto representa, según Medrano, una carga emocional fuerte para los menores ―frustración, ansiedad, incertidumbre, principalmente en los adolescentes―, lo cual afecta su autoestima y frena las oportunidades para salir de la pobreza. Hay una “revulneración” de este grupo, agrega, pues no se generan las condiciones para que rehagan su vida en un entorno mejor.
Guzmán señala que esas condiciones provocan autoexclusión: los mismos menores se privan de oportunidades de estudio. En el caso de quienes hablan inglés, manifestaron durante las entrevistas que la educación bilingüe no existe en sus comunidades ni hay programas que les permitan desarrollarse. El riesgo, advierte, es que intenten cruzar nuevamente la frontera en busca de un Estado que responda a sus necesidades.
El estudio concluye que hay debilidad en los mecanismos de acogida y orientación a NNA al momento de llegar a sus comunidades, y que su integración ha dependido del apoyo de redes familiares y organizaciones comunitarias. También se mencionan las barreras para la inserción educativa y el desconocimiento de derechos y servicios por parte de las instituciones encargadas de apoyar su retorno.
Los adolescentes enfrentan la falta de acceso a educación diversificada, a programas de formación técnica para conseguir un empleo digno, y el riesgo del desempleo, la informalidad o la remigración forzada.
“Pasé un tiempo en la casa porque el director miró mis papeles y dijo que ya no podía hacer nada porque yo no podría entrar a la escuela, porque mis papeles no estaban bien. Ahora estoy nada más de oyente”.
NNA de 10 años
Recomendaciones
“Hacemos un llamado para que en la agenda política se tome en cuenta la primera infancia, niñez y adolescencia en retorno, porque definitivamente se están vulnerando sus derechos, y lo que se requiere es el interés superior de la niñez”, dijo Karina Arriaza, subdirectora del PAMI.
Según los entrevistados, se requiere que las municipalidades y los gobernadores asuman un papel protagónico en la atención a la NNA retornada, para que puedan reinsertarse a sus comunidades y retomar sus vidas.
También se demanda que se apliquen de manera efectiva los marcos normativos vigentes sobre niñez y adolescencia; que se consoliden rutas claras de atención por parte de ministerios, secretarías, gobiernos locales y entidades de protección; y que se diseñen protocolos de atención a la primera infancia, así como cobertura a la salud psicoemocional de los menores.
Acciones de gobierno
El Ministerio de Educación indicó estar consciente del escenario complejo que representa retornar al país y encontrar barreras, situación que afecta especialmente a niños y adolescentes. Por ello, mantiene coordinación con diversas instituciones y organizaciones para facilitar mecanismos que les permitan continuar con sus estudios.
“Yo me salí de la escuela porque decían que yo ya estaba grande. Mecánica me gustaría (aprender), pero cuesta porque tendría uno que sacar el estudio”.
NNA de 17 años
“Nuestra misión es asegurar la continuidad educativa de niños, niñas y adolescentes mediante la inclusión en las direcciones departamentales a las que retornan. Estamos procurando apoyar con formaciones técnicas y certificación de calificaciones a los jóvenes y adultos en su retorno. La atención que pretendemos es integral”, mencionó la cartera.
Agregó que al momento no se ha reportado al Mineduc ningún caso de niños que hablen solo en inglés. Al momento que esto ocurra, “se gestionaría una atención personalizada para su incorporación al sistema educativo”.
Respecto de ese tema, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia indicó que, en el marco del Plan Retorno al Hogar, se brinda atención por medio de los padres, ya que el Instituto Guatemalteco de Migración únicamente se comunica con los adultos, y todo el proceso de reintegración de NNA no acompañados corresponde a la Procuraduría General de la Nación, que “desarrolla un proceso de localización, identificación y evaluación de posibles recursos familiares”.
Agregó que, en la fase 3 del Plan Retorno al Hogar, habrá un espacio para “discutir a nivel comunitario el desarrollo de la comunidad, para implementar planes de vida”.