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Misterios gloriosos del Rosario: Qué significan y su importancia espiritual
Cómo rezar los misterios gloriosos del Rosario y qué enseñan con base en las escrituras bíblicas.
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La página del Opus Dei explica que el Rosario de la Virgen María es una oración aconsejada por el Magisterio de la Iglesia católica. “Tiene en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual puede decirse que es un resumen. Además, la misma Virgen María, cuando se ha aparecido en la Tierra, ha animado a rezar esta oración. El 13 de mayo de 1917, en su primera aparición en Fátima, María dijo: ‘Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra’”. En su última aparición en ese lugar, la Madre de Dios se presentó como la “Señora del Rosario”.
Numerosos papas han atribuido gran importancia a esta oración. León XIII promulgó la encíclica Supremi Apostolatus Officio, en la cual afirma que el Rosario es un arma espiritual efectiva contra los males que afligen a la sociedad.
En la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, escrita por Juan Pablo II en el 2002, se explica que la contemplación del rostro de Cristo no puede reducirse solo a su imagen crucificada. “¡Él es el Resucitado!”, señala el texto, y a esa parte se refieren los misterios gloriosos, que se rezan cada miércoles y domingo.
“El Rosario ha expresado siempre esta convicción de fe, invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasión para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurrección y en su Ascensión. Contemplando al Resucitado, el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe y revive la alegría, no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestó –los apóstoles, la Magdalena, los discípulos de Emaús–, sino también el gozo de María, que experimentó de modo intenso la nueva vida del Hijo glorificado”, decía el sumo pontífice de esa época.
Existen cuatro misterios que se rezan a lo largo de la semana:
- Misterios gozosos (lunes y sábado)
- Misterios dolorosos (martes y viernes)
- Misterios gloriosos (miércoles y domingo)
- Misterios luminosos (jueves)
¿Cuáles son los misterios gloriosos y con qué parte de la Biblia se relacionan?
Los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta del cristianismo después de la muerte.

- Primer misterio glorioso: La resurrección del Señor
“Al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Un ángel del Señor dijo a las mujeres: Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. ¡Ha resucitado! Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: Ha resucitado” (Mateo 28, 1-8). - Segundo misterio glorioso: La ascensión del Señor a los cielos
“Jesús dijo a sus discípulos: Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. “El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió a los cielos y se sentó a la derecha de Dios” (Mateo 28, 20; Marcos 16, 19). - Tercermisterio glorioso: Pentecostés, la venida del Espíritu Santo
“De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde estaban los discípulos. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo” (Hechos 2, 1-4). - Cuarto misterio glorioso: La Asunción de María a los cielos
“María dijo: Me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí” (Lucas 1, 48-49). “¡Toda hermosa eres amada mía, no hay defecto en ti! Ven del Líbano, esposa mía, ven” (Cantares 4, 7). - Quinto misterio glorioso: La coronación de María en los cielos
“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado diablo y satanás” (Apocalipsis 12, 1, 9).
Modo de rezar el rosario (forma guiada):
- Hacer la señal de la cruz y rezar el Credo o el acto de contrición. (Coloque los dedos sosteniendo la cruz.)
- Rezar un padrenuestro por las intenciones del papa León XIV. (Coloque los dedos en la siguiente cuenta.)
- Rezar tres avemarías por la fe, la esperanza y la caridad, respectivamente. (Cada una se reza en las siguientes tres cuentas.)
- Anunciar el primer misterio.
- Rezar el padrenuestro. (Se coloca el dedo en una cuenta más.)
- Rezar 10 avemarías, gloria y una jaculatoria. (Tome entre los dedos una cuenta por cada avemaría, en el grupo de diez, en la cuenta 10 se reza el gloria y la jaculatoria)
- Anunciar cada misterio y seguir el mismo orden.
- Finalizar con el Dios te salve.
- Se sugiere rezar las letanías.
Las oraciones que se rezan en el Rosario
El Credo
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén
Acto de Contrición
Dios mío,
me arrepiento de todo corazón
de todos mis pecados
y los aborrezco,
porque al pecar, no sólo merezco
las penas establecidas por ti
justamente,
sino principalmente porque te ofendí,
a ti sumo Bien y digno de amor
por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria
Puede usarse una de estas dos o las dos:
- María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
- Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Letanías
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María,
ruega por nosotros (esta es la respuesta en las siguientes letanías)
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración final
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Con información de: Pan de la palabra (julio, agosto y septiembre), editorial San Pablo. Vatican News. Aci Prensa. www.dominicos.org