Guatemala y Honduras se enfrentan a la FIFA

Guatemala y Honduras se enfrentan a la FIFA

Existe una posibilidad muy, pero muy lejana: la final de la Copa de Oro entre Guatemala y Honduras.

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02/07/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

Guatemala se enfrenta hoy a Estados Unidos y México a Honduras, pero también a la FIFA y Concacaf en sendos juegos definitorios para la final. Dos selecciones del istmo podrían protagonizarla y aunque esa posibilidad es muy difícil, desde el punto de vista económico causaría problema para los organizadores. La importancia de esos juegos no solo radica en los resultados, sino en cómo se lograrán a fin de no sufrir nuevamente errores arbitrales, posibles pese a la tecnología VAR y a quienes la ven, responsables de exageradas extensiones del tiempo de juego o goles invalidados. La lógica indica un tercer o cuarto lugar para Guatemala, y aun así sería un ascenso chapín porque en la anterior participación quedó en quinto, al ser eliminada en los cuartos de final.


Para quedar en tercer puesto, Guatemala depende del factor de la diferencia de goles, y los puntos obtenidos pasan a segundo plano. Se enfrenta a la potencia estadounidense y Honduras lo hará con un México prácticamente jugando en casa porque los aficionados mexicanos residentes en Estados Unidos llegarán en mayor número al ser más. Ayer se supo una de las formas de despertar preocupaciones: la Concacaf designó a los mismos árbitros caribeños, uno de ellos culpable de inventar un penalti en contra de Guatemala. Son situaciones ajenas al deporte pero no se puede negar su importancia. Recuerdo al famoso y emotivo comentarista chapín doctor Humberto Arias Tejada: los postes, los palos y los árbitros también juegan… hoy diría “y también el VAR”.

Independientemente de un resultado de tercero o cuarto lugar, el futbol guatemalteco debe seguir ascendiendo en organización, reglas internas y renovación dirigencial.


Señalar esto no es exageración. En esta copa, a Guatemala le anularon dos goles, uno por un fuera de lugar de milímetros de un jugador no participante en la anotación. Otro, en ese penalti favorable a Canadá, y un tercero en la anulación de uno en la tanda final y un tercer error causa de un milimétrico fuera de lugar debido al movimiento de un zapato, no del tirador, sino otro. Esto indica la permanencia de errores de juicio de quienes tienen el pito en los labios, y estos despiertan sospechas cuando se repiten a favor de un equipo. Hay una posibilidad —insisto, posibilidad— de intervención directa o indirecta de la FIFA o Concacaf antes de los partidos para evitar un resultado inconveniente en lo económico, ahora un factor definitivo y definitorio.


Guatemaltecos y hondureños deben jugar con entusiasmo y confianza, sin pensar en las dificultades de su juego de hoy, sino recordar hasta dónde han llegado, y con cuidado para no realizar faltas malintencionadas o castigables, porque podrían ser aprovechadas para expulsiones. La salida del canadiense en el juego contra Guatemala fue uno de los factores para llegar al empate y a los penales. Serán juegos donde se necesite también nervios de acero. En el caso nuestro, a causa del historial del equipo guatemalteco a lo largo de su historia, se encuentra en una etapa de ascenso, así como el futbol del istmo, y desde la perspectiva de los resultados, el entrenador Luis Fernando Tena ha sido el mejor y ha demostrado su calidad cuando no fue aceptada en su tierra natal.


Hasta hace poco el eterno ganador era México, de futbol muy superior cuando se le comparaba con los demás. Pero hoy es distinto: Estados Unidos y Canadá, ascendieron y se mantienen. Costa Rica subió, se mantuvo unos años y ahora va en picada. Honduras llegó a un mundial, empató en España con los anfitriones y se encuentra en ascenso junto con Guatemala. El Salvador jugó en dos mundiales, 1970 y 1982, y hoy está de hecho desaparecido. Independientemente de un resultado de tercero o cuarto lugar, el futbol guatemalteco debe seguir ascendiendo en organización, reglas internas y renovación dirigencial. Sobre todo, no se debe olvidar: el futbol es un deporte. La dignidad del país, como tal, no sufre ni mejora por las derrotas ni por las victorias logradas.

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