Kamala Harris y Alejandro Giammattei revisan agenda sobre migración, desarrollo y lucha contra la corrupción. Kamala Harris fue nombrada por el presidente Joe Biden para que lidere los esfuerzos de Washington para abordar causas de la migración en Guatemala, México, El Salvador y Honduras hacia su país.

Harris cree que su administración heredó una estructura muy maltrecha, pero defiende una política muy agresiva contra la inmigración irregular. Hablaron de los importantes riesgos para quienes abandonan sus hogares y emprenden el peligroso viaje a Estados Unidos, especialmente durante una pandemia mundial, sin inmunidad de grupo.

Por lo que se enfrentará a los problemas de la migración de los guatemaltecos a USA, que tiene raíces históricas. Las debilidades y amenazas existentes en la frontera norte se van a acentuar con la situación de violencia urbana en la capital, que prácticamente establece un estado de Calamidad de hecho.

Antes que nada, Guatemala necesita replantear un esquema director de ordenamiento del espacio geográfico. Estudios del Banco Mundial plantean, a través de su Programa de Gestión Urbana y Municipal, una metodología general para la estructuración y de introducción política, con programas y proyectos. Estos esfuerzos vienen desde el Edom (1972-2000).

El ordenamiento territorial se concibe como un proceso de diálogo y concertación ciudadana entre diferentes actores que, con intereses particulares, conviven en el territorio, lo cual requiere de una relación de corresponsabilidad entre sociedad y gobierno municipal, y se define en el Plan Guatemala 2020, que gestiona el uso eficiente y racional del espacio, identificando, registrando, planificando y regulando el fraccionamiento, la construcción del uso del suelo con una implementación de políticas, programas y proyectos, definiendo la futura estructura urbana-regional, realizando una metodología apropiada.

Pero se tienen hechos que han venido a generar problemas como los de California, que introdujo estructuras de la violencia criminal, con las maras Salvatrucha o MS-13, que son unas pandillas que aterrorizan Centroamérica y que también tienen presencia en Estados Unidos.

Hasta el momento, se cree que la clave de su rápida expansión se debe a la presencia estratégica en las fronteras norte y sur de México, lo cual ha contribuido a los procesos de migración.

La migración de El Salvador, Honduras, Guatemala o incluso México proviene de regiones o de ciudades corrompidas por la pobreza y el crimen relacionado con el narcotráfico, pues Guatemala es parte de la ruta que usan los narcotraficantes colombianos para transportar la droga hacia Estados Unidos, por lo que existen numerosos candidatos al exilio clandestino, cuyo objetivo supremo es Estados Unidos.

En los últimos años, el número de emigrantes guatemaltecos adultos que viajan solos aumentó 12%, el de menores no acompañados 90% y el de unidades familiares 281%. “En total, según los últimos datos, Guatemala tiene 1.205,644 migrantes instalados, lo que supone un 6.85% de la población” (Expansión).

La anarquía urbana viene generada por la creciente explosión demográfica y el crecimiento de la organización urbana, la violencia, las crisis geofísicas, sismos, inundaciones y explosiones volcánicas.

Como colofón, tenemos lo dicho por los migrantes: “Primero, pandemia; después, los huracanes. No tenemos dinero para los hijos”. Y migran.