Jesús en hebreo: cuál es su nombre original, qué significa y qué otros nombres se le atribuyen

Jesús en hebreo: cuál es su nombre original, qué significa y qué otros nombres se le atribuyen

Reconocido por millones de fieles como el “Hijo de Dios” y el “Mesías”, el verdadero nombre de Jesús, de origen hebreo antiguo, guarda un significado espiritual profundo que ilumina el sentido de su misión sagrada.

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10/04/2025 12:57
Fuente: Prensa Libre 

A lo largo de la historia, el nombre de Jesús se ha convertido en un símbolo de fe para millones de creyentes. Evocarlo representa cercanía, súplica o gratitud por la misericordia manifestada en la cruz.

Devotos de distintas religiones han interpretado su nombre, de origen hebreo, adaptándolo al español y a otras lenguas. Más allá de su sonoridad, ese nombre encierra un mensaje espiritual que anunciaba, desde el principio, su misión en la Tierra.

Desde la perspectiva religiosa, este personaje bíblico también es llamado Cristo o Jesucristo. Sin embargo, al profundizar en su historia y en su paso por la Tierra, investigadores han rastreado el origen de su nombre arameo: Yeshúa, o en su escritura original (ישוע), nombre que, según la tradición, fue dado por el Creador.

Yeshúa deriva del nombre hebreo Yehoshúa, que significa “Yahveh es salvación” o “Yahveh salva”, cuya traducción al español es “Dios salva”. Este nombre es considerado el original, utilizado en el siglo I para referirse al hombre que transformó el rumbo de la humanidad.

El Diccionario bíblico ASD detalla que “Jesús Cristo” (en griego Ἰησοῦς –Iēsoûs) es una transliteración del arameo Yeshúa y del hebreo Yehoshúa, que significa: “Yahveh es salvación”.

Fue en el siglo XV cuando el nombre de Jesús se popularizó entre los creyentes, quienes lo adaptaron al latín para facilitar su pronunciación. Desde entonces, su uso se extendió por gran parte del mundo cristiano.

¿Cómo cambió su nombre?

El Nuevo diccionario teológico del Nuevo Testamento explica que, tras la partida de Yeshúa de la Tierra y con la expansión de su mensaje por el Medio Oriente, su nombre fue traducido al griego como “Iesoûs”, forma establecida en las primeras traducciones del Antiguo Testamento.

La obra teológica indica: “La historia detalla que el nombre Iesoûs es la forma griega del Antiguo Testamento del nombre hebreo Yeshúa…”.

Aunque se afirma que el nombre Jesús es una adaptación latina, teólogos aclaran que no es incorrecto referirse al Mesías con esta forma. La evolución del nombre con la letra “J” se atribuye a su posterior incorporación en los alfabetos europeos. En tiempos de Jesús, dicha letra aún no existía.

“No fue hasta el siglo XVI cuando se empezó a considerar la ‘J’ como una letra con valor propio. Fue el gramático italiano Gian Giorgio Trissino (1478-1550) el primero en distinguir la I y la J como representantes de distintos sonidos”, señalan fuentes lingüísticas.

A partir de entonces, el nombre “Jesús” fue reconocido como la forma castellanizada y aceptada de la traducción hebrea y aramea del original “Yeshúa”.

¿Qué significa el nombre Yeshúa?

El significado de Yeshúa conecta directamente con el verbo hebreo yasha, que significa “salvar” o “liberar”. Teólogos y expertos señalan que esta raíz lingüística alude a la misión del Hijo de Dios en la Tierra: salvar a la humanidad de sus pecados.

La Biblia detalla que este nombre fue revelado a José por medio de un ángel, como se registra en el Evangelio de Mateo 1.21: “Le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Aunque para el pueblo de Dios el nombre simbolizaba la esperanza de salvación, en la época de Jesús era un nombre común entre los israelitas. Por ello, se utilizaba la referencia geográfica de su lugar de origen para identificarlo, razón por la cual es conocido como Jesús de Nazaret.

Variante de Cristo y Jesucristo

Según el portal National Geographic, el nombre Jesucristo proviene de Christós, término griego que significa “ungido”. Esta designación fue difundida por Pablo de Tarso, una de las figuras clave en el origen del cristianismo y en la expansión del mensaje del Mesías en el Imperio romano.

“Pablo de Tarso, al hablar de Jesús, solía referirse a Él como Iesoûs Christós, ‘Jesús el ungido’, expresión que con el tiempo se contrajo en el nombre de Jesucristo”, señala el medio.

Los primeros creyentes adoptaron esta forma compuesta debido a la gran influencia de los escritos paulinos en la formación del cristianismo. De esta manera, Jesucristo pasó a expresar no solo la identidad histórica de Jesús, sino su dimensión espiritual y mesiánica. Mientras que el nombre Jesús remite a su existencia terrenal, Cristo alude a su carácter divino como el enviado de Dios.

Su nombre tiene poder

Para los creyentes, el nombre de Jesús posee un profundo simbolismo que trasciende su historia terrenal. Evocarlo encarna su autoridad, carácter y misión redentora, razón por la cual es asociado con la salvación, el perdón, el poder espiritual y la presencia divina.

La Biblia establece que la salvación solo es posible a través del nombre de Jesús, al afirmar que no hay otro nombre, bajo el cielo, mediante el cual la humanidad pueda ser redimida.

Devotos y seguidores lo invocan en momentos de súplica, en busca de perdón, durante el bautismo cristiano, ante la necesidad de sanidad o milagros, y como parte central de la oración. Según las Escrituras, su nombre tiene potestad tanto en el cielo como en la Tierra, lo que refuerza su papel como mediador entre Dios y los hombres.

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