Daño arquitectónico incluye el panorama

Daño arquitectónico incluye el panorama

El cuidado de las obras arquitectónicas históricas incluye el panorama en donde se encuentran.

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Resumen Automático

27/10/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

El arte de la arquitectura histórica tiene unidad con el panorama y el ambiente donde se encuentra y por ello los cambios, alteraciones y modernizaciones de cualquier tipo destacan como un crimen cultural. En Guatemala destacan dos ejemplos: la Antigua Guatemala y la aldea San Juan del Obispo, donde se ha afectado y a veces destruido el conjunto histórico-cultural-arquitectónico. En la ciudad, desde hace años se ha disminuido su valor histórico, imán de visitantes de todas partes. Los cambios a las casas coloniales son terribles: las ventanas con vista a la calle y a veces la totalidad del inmueble han sido convertidas en comercios de toda clase: tiendas, ventas de ropa, pensiones, cafeterías, muchos de ellos sin respetar su calidad de obras coloniales.


San Juan del Obispo tiene una de las iglesias más antiguas, con capillas posas, situadas en las esquinas del terreno del templo. Sobre todo, maravillosos retablos creados entre 500 y 300 años atrás, así como restos de altares prehispánicos. Es incalculable su valor histórico y el religioso abarca lo artístico, pues, por ejemplo, tiene un Cristo esculpido por Quirio Cataño, autor del Señor de Esquipulas. Su nombre se refiere a Francisco Marroquín, primer obispo, educador, interesado en planificar la ciudad. Personas interesadas en lo histórico, religioso y cultural participaron en la restauración de esas obras. En comparación, tristemente los retablos de Santa María de Jesús fueron arruinados al cubrirlos con pintura de aceite, como ha sucedido en muchos otros lugares.


En el caso de esta histórica aldea, el daño se refiere principalmente a alterar el conjunto a causa de una decisión municipal antigüeña, por razones no explicadas, de botar una cercana escuela de telesecundaria posible de restaurar y en su lugar construir otra cercana al templo, para 480 niños, cuyo plano me llegó en foto. Hay dudas de por qué su costo inicial de Q17 millones de pronto subió diez más. Esto implica botar partes de los muros de casi 500 años. Deben pronunciarse Unesco, el Conservador de la Ciudad, máxima autoridad en este tema; la Academia de Geografía e Historia, el Ministerio de Cultura, el Colegio de Arquitectos. La destrucción ya comenzó y aunque el Juzgado Municipal prohibió seguir, hay fotos de trabajadores perpetrando el crimen cultural.

Algunos de los peores enemigos de la Antigua han nacido allí y no la respetan.


Es vergonzoso y estruendoso el silencio de esas entidades y de sus integrantes aunque sea en lo personal. La municipalidad antigüeña tiene en planificación obras causantes de aun mayores efectos para la Antigua y aldeas vecinas. La responsabilidad —y a mi juicio también la culpabilidad— cae sobre los hombros del alcalde, concejales, síndicos y demás. Debería ser el tema de sus numerosas sesiones del inicio de la mañana, con dietas. Reitero: algunos de los peores enemigos de la Antigua han nacido allí y no la respetan. Hace años, surgió la afortunadamente fracasada idea de convertir al Palacio de los Capitanes en lugar para cafeterías y restaurantes, y crear un “parque temático” cerca de las ruinas de la Recolección, con edificios de tres pisos de concreto y techotes con tejas.


El Juzgado Municipal clausuró la obra de San Juan, pero cada mañana continúa, como se ve en fotos tomadas por algunos de los pocos vecinos opuestos a los daños a casi medio milenio de historia. Hay daño adicional porque se afecta el panorama, ya dañado desde hace algún tiempo por la tala de árboles y la construcción de colonias de casas contemporáneas, sin las proporciones del estilo colonial. La destrucción de arquitectura está en todo el país: en la capital se hizo una caricaturesca imitación contemporánea del palacio donde se firmó la independencia. Hace años, la comuna quería destruir el acueducto de Los Arcos, usado entre 1776 y 1938. El Inguat protestó y ya no se hizo, aunque según un ingeniero edil se eliminaba el problema, porque sería “reconstruido igualito”… Da grima.