Manuel Rodas: una vida de triunfos forjada sobre ruedas

Manuel Rodas: una vida de triunfos forjada sobre ruedas

Las piernas que durante años impulsaron al campeón guatemalteco Manuel Rodas ya piden descanso. El quetzalteco, símbolo de resistencia y disciplina, en entrevista a Prensa Libre anunció con detalle su retiro de la Vuelta a Guatemala.

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16/11/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

El ciclista ha decidido dejar las Vueltas a Guatemala y concentrarse en otros eventos. Atrás quedan los recuerdos, las caídas y las victorias. El sueño de ser ciclista de alta competencia se cumplió. Hoy quedan otros derroteros, siempre ligados a la bicicleta. A sus 41 años se siente feliz por lo conseguido, aunque confiesa que un sueño incumplido fue no haber podido competir en Europa. Recuerda a sus entrañables compañeros y también a sus rivales, esos que quizá le impidieron un triunfo más.

¿Cómo vivió este último pedaleo en el máximo circuito?

Primero, pues muy contento, y agradezco a Dios por cada día. Este 2025 ha sido un año bueno, un año muy productivo para mí. A pesar de algunas dificultades, ha sido quizá un año en el cual he obtenido muy buenos resultados.

¿Por qué se retira?

Había que ponerle un final a las Vueltas a Guatemala, sobre todo porque creo que ya es bastante complicado poder lidiar con la recuperación de un día para otro. Ya es bastante más difícil y entonces es realmente necesario dejarlo.

Lo conversamos con mi entrenador, con mis compañeros, y les dije que era mejor dejar el espacio para que en las próximas Vueltas a Guatemala sea para alguien que físicamente esté mejor. El equipo —Decorabaños— que siempre esté fortalecido y sea el grupo aguerrido y peleador que ha sido siempre.

Mi retiro no es definitivo, sino únicamente de vueltas a Guatemala. Creo que tengo el tiempo suficiente para planificar cada una de las competiciones en las que estoy. Lógicamente van a ser carreras de menos días, carreras en las cuales me podré enfocar.

Quedo a la vez un poco triste también, porque las vueltas de Guatemala es algo totalmente diferente, es algo emocionante. Es el sueño de todos los ciclistas guatemaltecos y de muchos ciclistas del área, pues muchos desean estar en una vuelta a Guatemala. Y, claro, estamos conscientes de que la capacidad física no da para tanto.

¿Qué le ocurre a su cuerpo en las carreras extensas?

Es que ahí está el tema, que a partir del día cuatro o cinco mi recuperación no ha sido idónea. Lo estuve probando y comprobando durante todo el año, y en algunas pruebas que sobrepasaron los tres días, ya el cuarto día se me complicaba. En la recién pasada Vuelta Bantrab, el cuarto día fue muy difícil y sentía que realmente la recuperación no estaba como debía. A partir de ahí fui tomando la difícil decisión de no estar más en la Vuelta a Guatemala. Fue dos veces campeón de la Vuelta a Guatemala —en el 2017 y en el 2019—, asimismo campeón nacional y centroamericano de ruta y contrarreloj.

¿Al comienzo de su carrera, se imaginó lograr esos triunfos?

Estuve prácticamente cinco años haciendo presencia en el podio de la Vuelta a Guatemala. Contento por eso y, la verdad, que nunca o por muy positivo o soñador que sea, es difícil imaginar llegar a obtener uno de esos logros.

Son cosas que se van dando con el pasar de los años, con la experiencia, con el aprendizaje, con cada uno de los entrenamientos que se hacen y cada una de las competencias de las cuales se participa. Se va tomando forma física, esa capacidad de sufrir en cada carrera, y va uno formándose más.

¿Cómo comenzó en el ciclismo?

Todo fue por influencia de familiares. En mi familia materna la mayoría han sido deportistas y varios de ellos ciclistas. Entonces, tenía varios tíos que hacían bicicleta e incluso el profesor Omar Ochoa, él es mi tío, me dio una oportunidad junto a otro de mis tíos. Me gustaba mucho la forma en cómo se veían los ciclistas. Entonces, entre colazo y colazo, entre prueba y prueba, fui saliendo con ellos a entrenar, y en una de esas, cuando sentí, ya estaba en competencias de montaña. Luego en algunas carreras locales de ruta, agarrándole amor a la bicicleta. Cuando sentí, ya estaba bastante involucrado; eso fue a partir del 2001, que ya estaba prácticamente metido en el ciclismo de ruta. Y, a partir de ahí, mi carrera de ciclista se fue empezando a formar. Corrí dos años juvenil, en el 2001 y el 2002. Fui medalla de oro en varias pruebas en Juegos Nacionales. Luego, del 2003 en adelante, formé parte de la categoría élite.

Manuel Rodas compite en el campeonato centroamericano de pista en el 2017 y gana oro en esa época. (Foto Prensa Libre: CDAG)

¿Qué recuerda de su primera Vuelta a Guatemala?

Fue una vuelta demasiado exigente, en el 2003. Nos dieron la oportunidad de formar el equipo de Hino, Radio 10 y Cable DX, una iniciativa con gente de Quetzaltenango y también de Guatemala. Se formó un equipo mixto entre guatemaltecos y colombianos.

Fue una vuelta dura y larga porque, en esa época, era de 13 días; se corrían 12 etapas más un prólogo.

Fue exigente porque, además de todo, me tocaba trabajar para uno de los colombianos que vino esa vez. Realmente, uno, con la poca experiencia y el poco recorrido, se torna dura la competición.

Recuerdo que iba con mucha ansiedad, con muchas ganas, con mucha emoción de poder participar. Claro, a mitad de la Vuelta, la emoción se me iba cayendo por la dureza de la carrera, pero al final logramos culminarla. Participé en 20 vueltas a Guatemala.

¿Cómo fue su participación en Juegos Olímpicos?

Tuve la dicha de estar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en los Juegos Olímpicos 2020 de Tokio. La experiencia realmente es única; experiencias que rara vez son posibles. Esas competencias son el sello cumbre de todo atleta.

Para mí fue algo muy satisfactorio. Un sueño hecho realidad. Un sueño que empezó en el 2006, y ahí empecé a pensar en mi posible participación en unos Juegos Olímpicos. Gracias a Dios, no se me dio solo en una ocasión, sino tres veces.

¿Cuál fue el ciclista más desafiante para competir?

Recuerdo la época de Nery Velázquez. Era muy buen ciclista y, en temas de rivalidad, era bastante complicado, difícil de enfrentarme a él. Otro competidor fue Lizandro Ajcú. Era una camada bastante competitiva; cuando surgí, eran más experimentados. Otro fue Alfredo Ajpacajá, quien fue siempre mi compañero; entonces no había rivalidad, sino al contrario, un buen aliado. Podríamos decir que, en la época actual, quizá Mardoqueo Vásquez, por sus actuaciones.

Manuel Rodas marca una época al mantener regularidad de sus triunfos. (Foto Prensa Libre: CDAG)

¿Qué momento de su carrera fue especial?

Hay varios momentos especiales, pero creo que me quedo con el podio de las premiaciones de cada una de las Vueltas a Guatemala ganadas. Esos son momentos inolvidables para mí.

¿Qué significó ser campeón en la Vuelta a Guatemala?

Sobre todo en la primera que gané, fue realmente muy especial, por los años que se llevaba de sequía. Lógicamente, por ser la primera vez, era una emoción increíble. No me encontraba, no sabía qué hacer. Le daba gracias a Dios y pensaba en todo el proceso para poder llegar ahí.

Había estado muy cerca en las misiones anteriores, pero no había podido alcanzar el primer lugar. Y, pues, lógicamente, la emoción de convivir con la gente, de recibir ese aplauso, el cariño, el aprecio de todos, es indescriptible y, lógicamente son emociones que perduran para siempre.

¿Tuvo caídas en alguna carrera?

Hubo varias. Recuerdo una vuelta a Guatemala en que caí en el Anillo Periférico, justamente cuando iniciaba el circuito.

Tuve otra caída fuerte, fuerte, en el último kilómetro. Fueron caídas que lo dejan a uno como para no levantarse.

¿Anheló competir en Europa?

Deseaba algún día poder llegar hasta allá, pero en mi época era bastante complicado, porque realmente, para poder estar allá no solo hay que ser demasiado bueno, sino también tener los contactos adecuados, e incluso el poder económico para mantenerse en los primeros días. Realmente era muy difícil, entonces lo soñamos algún día, pero sabíamos que era muy complicado. En cambio, ahora, es un poco más fácil con todo el tema de la tecnología. En redes sociales hay más exposición y se simplifica un poco más, aunque siempre hay que ser muy buen ciclista.

¿Qué le hereda el ciclismo?

Aprendizajes, formación y lindos momentos. Mi único hijo que tenía era amante de la bicicleta. Él “nadaba” en la bicicleta a su corta edad y se veía como ciclista; a él le gustaba salir a entrenar.

Ese es otro de los momentos que atesoro con una persona especial de mi historia.

¿Qué mensaje le deja a la afición del ciclismo?

Quedo siempre muy agradecido con ellos —los aficionados al ciclismo—, porque realmente es increíble ese cariño que me han demostrado esos guatemaltecos.

Hay una cantidad inmensa de gente que no se les ve durante el año, que uno no sabe quiénes son, pero que van a estar en la carretera o las metas aplaudiendo y animando. Eso es realmente de agradecerles el apoyo, el aprecio y el cariño. Gracias, muchas gracias, afición.

Ovación en el adiós

Una valla de bicicletas sostenidas por ciclistas fue la forma en que despidieron a Manuel Rodas de las vueltas a Guatemala, el 2 de noviembre del 2025. Su adiós recordó las despedidas del Tour de Francia o del Giro de Italia. Los hombres de acero de distintos equipos homenajearon así la trayectoria de uno de los ciclistas guatemaltecos más laureados. Rodas avanzó sobre su bicicleta entre las ruedas, y, acongojado por el momento, respiró con calma y concluyó su recorrido. Luego confirmó que se retiraba de la competencia en la que fue campeón en dos ocasiones. La última etapa se desarrolló en el Anillo Periférico, con un recorrido de 120 kilómetros. Aunque aún lo aquejaba un resfriado, no fue impedimento para despedirse. La afición al ciclismo, en ese último circuito, se unió al adiós y lo ovacionó por última vez.

Ciclistas despiden a Manuel Rodas de las Vueltas de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Douglas Suruy)